8 años no son nada

por Jorge Campanillas Ciaurriz

publicado el 4 diciembre 2013

Categorías: Abogado / Abogados / Iurismatica / Noticias, Entrevistas, Opinión y Blogs

Cada mes de diciembre, sin fecha fija definida, celebramos nuestro cumpleaños, un año más de blog (2012, 2011, 2010, 2009, 2008, 2007, 2006, 2005). Y lo celebramos, porque hay que seguir apoyando a los blogs, son la esencia del 2.0 (sea lo que sea eso), más bien son la base de la conversación. Debo confesar que el anuncio de Google del cierre de google reader, el desuso de los RSS me parece un llamamiento a la desaparición de los blogs, a que todo se convierta en «social» dentro, claro está, de estos grandes monstruos que cual agujeros negros van succionando todo lo que a su paso van encontrando y es momento para no rendirse, continuar en nuestros espacios virtuales y no dejarnos sucumbir ¿hasta cuando? nunca se sabe, pero seguramente hasta que siga teniendo sentido, hasta que siga habiendo un seguidor que nos lea y nos aporte conocimiento, hasta que el cuerpo aguante.

Curiosamente hace unos días tenía un encuentro con estudiantes y ante la pregunta si tendrían un blog, las respuestas siguen siendo las mismas que hace unos años ¿para qué voy a escribir un blog?, no tengo nada que contar, me da vergüenza, no quiero compartir, además ya están las redes sociales, y un largo etcétera; sin embargo sigo y seguiré defendiéndolos, sobre todo desde que fui consciente que un blog te da mucho más de aquello que tú puedas aportar a la comunidad; he crecido gracias a esta ventana, he conocido personas a las que ahora puedo llamar amigos (de los de verdad no de los de algunas redes sociales), me he equivocado y me han corregido, hemos aprendido y sigue siendo nuestra casa desde la que podemos tener ramificaciones a las redes sociales. Sin el blog me sentiría como un «sintecho» digital, acudiendo de red en red, pero sin un lugar seguro donde resguardarme. Los blogs son la resistencia a los agujeros negros.

Quizá en este último año, por la parte que me corresponde, no he escrito todo lo que me gustaría ni le he dado todo el tiempo que debería, pero lo bueno de los blogs y de los compañeros es que otros se van sumando (muchísimas gracias Dani por la entrega en estos últimos meses) y entre todos hacemos que no decaiga y que se siga manteniendo la llama que prendió un diciembre de 2005. Por mi parte me comprometo a, por lo menos, un post semanal, hasta el próximo cumpleaños del blog. Veremos.

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