Cerco a Google, pero también a los gobiernos que vulneran derechos fundamentales

publicado el 9 enero 2014

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Si el mes pasado fue la Agencia Española de Protección de Datos quien sancionó gravemente a Google Inc con una multa que alcanzaba en total los 900.000 €, ayer conocimos otra sanción de 150000 que en esta caso le ha impuesto la CNIL (Commission nationale de l’informatique et des libertés, el equivalente francés de la Agencia Española de Protección de Datos), también a Google Inc. por prácticamente las mismas razones; esto es, el incumplimiento de la normativa de protección de datos puesto que:

La empresa no informa suficientemente a sus usuarios sobre las condiciones y el tratamiento de datos personales. Por lo tanto, no pueden entender, ni los efectos de la colección, no están identificados como exige la ley, o la magnitud de los datos recabados a través de los diferentes servicios.
Por lo tanto, no están en condiciones de ejercer sus derechos, especialmente de acceso, oposición o cancelación.
La compañía no cumple con su obligación de obtener el consentimiento de los usuarios antes de instalar cookies en sus dispositivos.
No establece los períodos de retención para todos los datos procesados.

Estas sanciones no son casualidad, debemos recordar que en una acción coordinada entre varias autoridades europeas de protección de datos bajo el paraguas del Grupo de Trabajo del Artículo 29 comenzaron acciones de investigación al gigante de internet tras la modificación y unificación de sus políticas de privacidad en el año 2012 de las cuales ahora vemos sus conclusiones. Una cosa está claro y es que la batalla se está centrando directamente con Google Inc y no con sus filiales europeas; y que no es casualidad en el momento en que nos encontramos: en una dura pugna por la aprobación o no del reglamento europeo de protección de datos y a la espera de la Sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea.

No soy yo quien defienda a Google, que será quizá por su aplastante dominación en el sector de las búsquedas, y prestación de servicios publicitarios (además del correo electrónico y un largo etc. de servicios) el que se haya visto en el ojo del huracán de las entidades europeas de protección de datos.

Como usuario y ciudadano me alegro que haya autoridades que pongan coto a los posibles abusos de estas grandes compañías, pero me preocupa que por estas razones nos estemos olvidando de los verdaderos agujeros en la privacidad de los ciudadanos. ¿a qué me refiero? Ojalá realmente nos centremos en proteger el derecho fundamental tanto de los abusos de las entidades privadas como de las públicas. Quiero entidades de protección de datos tan fuertes y con capacidad de acción con las grandes empresas privadas como con las entidades públicas que, al fin y al cabo, conservan los datos más sensibles de los ciudadanos y sobre los que también día a día nos sorprendemos con revelaciones y filtraciones. Pongamos cerco y coto a Google (y similares facebook, whatsapp, bing, etc.), eso sí de forma que podamos avanzar tecnológicamente de la forma que lo estamos haciendo; y pongamos el mismo cerco y coto a las autoridades públicas que violan los derechos fundamentales de sus ciudadanos.