¿Cómo gestionar nuestra huella digital?
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No cabe ninguna duda de que una vez que nos vamos al cielo dejamos una huella digital difícil de borrar. Hace años que las redes sociales empezaron a formar parte de nuestras vidas e inevitablemente esto nos lleva a pensar que va ser de ellas cuando fallecemos. Cada día son más las personas que reclaman que se desactiven o desaparezcan las cuentas de RRSS de un usuario fallecido para evitar que se siga hablando de esa persona o que se pueda acceder a sus asuntos personales y profesionales de forma incorrecta.
La Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales, reconoce en su artículo 96 el desconocido y singular derecho al testamento digital, un derecho que tiene una importancia crucial en el ámbito digital de hoy en día y que, en su esencia, trata sobre el acceso a los contenidos que el fallecido tuviera en redes sociales y otros servicios de la Sociedad de la Información, además de la posibilidad de conservar o eliminar los perfiles personales existentes del fallecido en Internet. Y sí, gracias a él tanto los familiares como un albacea testamentario pueden ejercitar lo conocido como el derecho al olvido de la persona fallecida en sus plataformas digitales, en vista de que la información de índole personal que se distribuye en la gran red, salvo que sea de interés público o tenga relevancia pública, puede vulnerar o lesionar los derechos personales del fallecido. Dicho de otro modo, todo aquel legitimado por el citado artículo podrá acceder a las redes sociales, correo electrónico, portales digitales, suscripciones, y demás plataformas que pertenezcan al fallecido. No obstante, con el fin de preservar su última voluntad, no se podrá proceder a la modificación o supresión de dichos contenidos digitales cuando éste lo haya prohibido expresamente o así lo establezca la ley.
Acudir al notario para su validez
Una vez el causante haya realizado el testamento digital en un documento que registre todas las cuentas existentes junto con sus respectivas contraseñas e instrucciones de cómo desea que estas sean utilizadas, lo prudente y preceptivo es legalizarlo a través de un notario para que goce de su máxima protección y despliegue plenos efectos, al igual que sucede con el testamento convencional. De este modo, podemos tener el control de nuestra huella digital y no nos arriesgamos a desperdiciar el patrimonio digital que disponemos.
Igualmente, las organizaciones responsables de las RRSS también han decidido actuar al respecto e implantar protocolos para zanjar el futuro de la identidad digital de un usuario antes de su partida. De hecho, Facebook fue la primera en dar una solución para los casos de fallecimiento de sus clientes ofreciendo dos opciones a los familiares o albaceas del propietario de la cuenta: eliminar la cuenta o crear un perfil conmemorativo. Optar por cualquiera de estas dos requiere ponerse en contacto con la compañía y presentar una confirmación del deceso. En la primera opción, la identidad desaparece por completo y en la segunda, al convertirse en un perfil conmemorativo, no se pueden realizar publicaciones ni enviar peticiones de amistad, por lo que viene a ser un muro con fotografías y su historia como homenaje al fallecido. Asimismo, todos los usuarios de Facebook tienen la posibilidad de configurar en vida a su persona de confianza o un contacto de legado que tendrá acceso a su cuenta en caso de que fallezca o le suceda algo, permitiendo así a la persona designada decidir si eliminar la cuenta o crear un perfil conmemorativo. Sin embargo, el elegido no tendrá acceso a sus conversaciones privadas.
En definitiva, eliminar los rastros que vamos dejando a lo largo del tiempo es una ardua tarea y lo que publicamos en Internet permanecerá por años en él. Por ello, es imprescindible tener correctamente configurados nuestros perfiles en las redes sociales para determinar lo que queremos que sepan o no sepan de nosotros. Publicar impunemente nuestros datos personales puede tener grandes consecuencias en nosotros mismos y nuestro alrededor.
(Minuto 4.11) https://www.eitb.tv/es/video/teleberri/7286/195758/01112021/