El Economista Camuflado
Hace tiempo que quería adentrarme en el mundo de la economía (entiéndase por adentrarme estimado internauta, por investigar, leer y comprender; ni mucho menos dedicarme profesionalmente a ello, eso lo dejo para los profesionales) pero me daba pereza, no me apetecía enfrentarme a los grandes economistas y sus teorías incomprensibles, si como sucede en el mundo del derecho no te lo explican con ejemplos y palabras llanas (es curioso como todas las profesiones cuentan con su propia «jerga» con una finalidad propia de complicar el tema a los legos y espantar a los no iniciados)
Este periodo vacacional (además de coger fuerzas, recargar las baterías y darme a la lectura que ya anuncié) en uno de esos paseos veraniegos y en los que reparas en lugares que el día a día los pasas de largo, descubrí una gran librería y ojeando libros, me llamó la atención uno de ellos, que con la primera lectura me enganchó y encima me permitió adentrarme en el mundo de la economía, el libro en cuestión es «El Economista Camuflado» de Tim Harford, gracias a él he podido conocer de una forma fácil y sencilla a los grandes economístas, desde David Ricardo hasta Keynes, Nash y Von Neumann, así como sus teorías de la escasez, los impuestos a la externalidad o la forma de aplicar la teoría del juego a las subastas realizadas para la asignación del espectro radioelectrico. Quizá la mayor sorpresa del libro ha sido la defensa que se hace a las multinacionales y a las «sweatshops» (empresas radicadas en los países en desarrollo y donde se explota al trabajador) considerando que son el paso previo a la mejora económica del país y que, por ello, son necesarias. Esta última visión así como la defensa a ultranza del libre comercio internacional y las alabanzas a la globalización no me han dejado buen sabor de boca, pero sin embargo, la forma de explicar economía a un desconocedor es el gran punto del libro y por ello me he permitido este post que desafía a la temática general del blog.
También me quedo con una frase que cita el autor del libro y que dijo George Bernard Shaw (Aquél de las ideas y las manzanas…): «Todas las profesiones son conspiraciones contra los legos».